Hola peolple, este es el último finde (y seguramente la última entrada) antes del momento de la verdad. Se que lo normal sería que el momento de la verdad fuera enfrentarme a un examen especialmente difícil e importante teniendo en cuenta las fechas en las que nos encontramos, pero la verdad es que lo que realmente me tiene un poco nervioso estos dias es... ¡¡Mi estelar aparición en Alta Tensión!! Juajuajua, este martes ruedo otra entrega de mis divertidas, apasionantes (y espero que esta vez rentables) apariciones televisivas. Sere yo sólo ante Luis Larrodera, su mandibula, paneles con bombillas explosivas y otros dos concursantes que, espero, en lugar de graduado escolar tengan una etiqueta de Anís del Mono.
Bueno, por supuesto cuando sepa el dia de emisión del programa sereis todos pertinentemente informados, a ver si conseguimos que mi programa de Alta Tensión sea el mas visto de la historia (jejeje) y aunque le quite toda la emoción tambien espero poder deciros en mi próxima entrada que me he llevado una pasta.
Y cambiando de tema, ayer fuimos al cine (como otras mil personas de Castellón por cierto) supercontentos porque ya han estrenado las nuevas salas de La Salera. La verdad es que el sitio en si es la caña, por lo visto la gente que hace cines esta aprendiendo de Kinepolis y se estan poniendo las pilas; butacas comodísimas, pantallas enormes, sonido cojonudo e incluso dos salas con proyeccion digital (aunque ayer no había ninguna peli...). Aunque claro, todo este potencial no sirve de nada si al final te acabas tragando un truñaco de peli. Se me ocurrió sugerir que por que no confiabamos en Mel Gibson y veiamos Apocalypto... Maldita la hora...
Reconozco que los 25 minutos de llegada a la capital Maya, en los que de una manera increible te retratan una civilización antigua y a la vez compleja y tremendamente evolucionada; con sus clases sociales y costumbres que parecían actuales y a la vez sacrificios humanos, me gustaron un montón. El problema es que el resto de las casi 2 horas y media se reduce a humahuaqueños super cafres corriendo por la selva como locos, porque os aviso, la peli es increiblemete violenta, tanto que al final mas que conmoverte o impresionarte tanta violencia te satura y cada nueva muerte brutal se convierte en una simple ración mas de puré de aborigen. Eso si, como Adri se encargó de remarcar la fotografia es preciosa, que en el fondo es la manera mas 'fisna' y elegante de decir que nos acababamos de comer un mojón del tamaño de Alabama.
Y creo que eso es todo por hoy, que me he dado cuenta que entre poner fotitos, repasar la entrada, etc. se me pasan los minutos aqui delante que da gusto. Bueno niñ@s, despedid a un pobreton, que la proxima vez dareis la bienvenida a un forrado! (crucemos los dedos...) Bye!!
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